viernes, 27 de abril de 2012

Viva la vida.

Yo solía gobernar el mundo, los mares se alzaban cuando yo lo ordenaba. Ahora en la mañana yo barro sola, barro las calles que solía poseer. Yo solía tirar el dado, sentir el miedo en los ojos de mi enemigo.
Un minuto yo tenia la llave, al siguiente las paredes se cerraban ante mi y descubrí que mis castillos estaban construidos sobre pilares de sal y pilares de arena. Fue el viento loco y salvaje que tiro las puertas para dejarme entrar, ventanas rotas y el sonido de tambores; la gente no podía creer en lo que me convertí.
Los revolucionarios esperan, mi cabeza en charola de plata. Solo una marioneta en una cuerda solitaria.. ¿Quién podría querer ser el rey?.