Y debo decirte que confió plenamente en la casualidad de haberte conocido. Que nunca intentare olvidarte, y que si lo hiciera, no lo conseguiría. Que me encanta mirarte y que te hago mio con solo verte de lejos. Que no fuiste el amor de mi vida, ni de mis días, ni de mi momento. Pero que te quise y que te quiero, aunque estemos destinados a no ser.
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